Por decir algo...
El (Beta)Blog de Agustín Raluy
viernes, enero 06, 2006

Babelfish

Tal vez hayáis oído hablar del Babelfish (pez Babel), el improbable pececillo galáctico creado por Douglas Adams [es] en su Hitchhiker's Guide To The Galaxy (Guía Del Autoestopista Galáctico) que, introducido en el oído de cualquier persona, es capaz de traducir e interpretar cualquier idioma o forma de comunicación.

¿Cómo funciona el animalito? Se alimenta de la energía mental creada para construir una frase y devuelve esa misma energía mental en una forma que puede ser comprendida por el usuario del pececillo. Vamos, lo normal.

Sí, bueno, pero... ¿a qué viene esta historieta? Pues bueno, por un lado para animar a la gente a leer un poquito, que nunca está de más y por otro... porque ha sido lo primero que me ha venido a la cabeza cuando, via Slashdot, me he encontrado con Yahoo! Translating Proxy (YTP). Porque, al igual que el pez babel, YTP se interpone en medio de una conversación de Yahoo! Messenger y va traduciendo la conversación en ambos sentidos, de forma que dos personas que usan idiomas distintos, pueden entenderse perfectamente leyendo y escribiendo en su propia lengua.

No he podido probarlo porque en la última media hora ninguno de mis contactos de la red de Yahoo! estaba conectado, así que tendré que esperar a otra ocasión para comprobar la calidad de la traducción. Pero en principio tiene muuuuuy buena pinta. Si la cosa va bien, imagino que no tardarán en aparecer soluciones como esta (no debemos olvidar que YTP es una aplicación libre) para los distintos sistemas de mensajería instantánea. Un gran paso derribar uno de los muros más sólidos que se erigen en el mundo de la comunicación: el idioma.

Quién sabe... ¿Consguiremos algún día, gracias a ingenios como éste o a criaturas improbables como el pez Babel un mundo sin barreras culturales? No lo sé, en todo caso me encantaría estar allí cuando sucediese...

Hace un año: Problemas con Re_Invigorate

Publicado por AguR a las 01:55

|

Por decir algo...

El (Beta)Blog de Agustín Raluy